Cristiano Amon, presidente de Qualcomm, ha dicho recientemente que tanto PS5 como Xbox Scarlett serán las últimas consolas de Sony y Microsoft que seguirán el modelo tradicional al que estamos acostumbrados, una previsión muy importante que señala al juego en la nube.
La idea del juego en la nube ha ido adquiriendo fuerza con el paso de los años, pero ha experimentado un verdadero auge tras el anuncio de Google Stadia, un servicio que promete ofrecer juegos triple A en 4K manteniendo 60 FPS y con una latencia lo bastante buena como para que el jugador tenga una experiencia similar a la que disfrutaría en consolas.
Para muchos es el futuro, y Amon es uno de los que cree todo acabará evolucionando en la idea de juego como servicio, y no como producto. En su opinión las sucesoras de PS5 y Xbox Scarlett tendrán un enfoque centrado en el juego en la nube. Las consecuencias inmediatas de esto serían claras: contarían con un hardware modesto ya que los juegos se ejecutarían en la nube, y podrían llevar asociados diferentes modelos de suscripción a contenidos concretos, o por determinadas horas de juego.
Es una idea que tiene sentido, pero puede que el mercado y los jugadores no estén listos para asimilar una transición de este tipo dentro de tan poco tiempo. El juego en la nube tiene ventajas y desventajas, y al final son los jugadores los que deciden si realmente están dispuestos a asumirlas o no. Puede que Google Stadia sirva como "experimento" para que Sony y Microsoft decidan si apuestan o no por ese modelo en sus futuras generaciones.
