Xbox Series S es la alternativa barata a Xbox Series X, y también es una consola que ha generado muchas dudas por sus especificaciones, ya que algunos usuarios creen que está incluso por debajo de Xbox One X, pero en realidad eso no es del todo cierto.
La consola Xbox Series S es un modelo de nueva generación que tiene una CPU mucho más potente que la de Xbox One X, una GPU más avanzada con tecnologías y optimizaciones que no están presentes en la de Xbox One X, y cuenta, además, con un SSD de alto rendimiento. Tiene menos memoria disponible, pero estoy seguro de que Microsoft habrá sabido compensar esa carencia de alguna forma (cacheando al SSD, por ejemplo).
La prueba de que Xbox Series S está a otro nivel y que no podemos compararla con Xbox One X la tenemos en el rendimiento que ha sido capaz de obtener con Fallout 4, un juego que funciona a 30 FPS en Xbox One X, y que sin embargo alcanza los 60 FPS en Xbox Series S.
Microsoft ha confirmado que las optimizaciones que aplican Xbox Series X y Series S a los juegos de la generación anterior incluyen una subida de la resolución a 4K (nativa), HDR automático, tiempos de carga más rápidos y filtrado anisotrópico x16 para texturas.