El grafeno lleva siendo el potencial disruptor en tecnología desde hace años, con aplicaciones espectaculares sobre el papel, pero pocas veces sobre el silicio. Llevamos siendo testigos de anuncios milagrosos en baterías, circuitos o baterías desde el año 2010. De todos modos, estas promesas empiezan a decepcionar al no encontrar un espacio comercial, mientras que las tecnologías "tradicionales" progresan adecuadamente.

Investigadores de la RMIT University en Melbourne, Australia, creen haber encontrado la razón por la que el grafeno ha sido siempre un creador de expectativas y no de realidades. Estudiaron muestras de grafeno comercial manufacturado mediante diferentes métodos de síntesis para ver dónde está la desconexión entre el potencial de este súper material y su rendimiento.
Mediante una meticulosa observación usando un microscopio electrónico, fue claro que había contaminación por silicio. Esta contaminación tiene un impacto muy negativo en el rendimiento y las propiedades del grafeno. El Silicio está presente en el Grafito natural, pero no ha sido eficazmente eliminado en la síntesis del grafeno. Sin ir más lejos, en una aplicación como electrodo para una batería, el grafeno contaminado tiene un rendimiento más de un 50% inferior al teórico. El Grafeno sin contaminar, sin embargo, permitió crear un súper condensador capaz de almacenar cantidades masivas de energía.
Lo que no es tan fácil es optimizar los procesos de obtención del grafeno puro para conseguir el máximo rendimiento a partir de este material. Es de esperar que este estudio aporte luz sobre cómo optimizar el uso del grafeno en baterías o circuitos electrónicos o sensores. En caso de que sea así, posiblemente veamos futuros chips que se beneficien del grafeno para fabricar CPUs y GPUs.