Microsoft había empezado a aplicar un bloqueo que impedía a los usuarios de Windows 7 y Windows 8.1 recibir actualizaciones en equipos con procesadores Ryzen y Kaby Lake, las últimas generaciones que han lanzado AMD e Intel.
Esa limitación ha sido muy criticada y la mayoría la ve como un intento por parte de Microsoft de aprovechar el tirón de esos nuevos procesadores para "obligar" al usuario a actualizar a Windows 10, un sistema operativo que tampoco se ha librado de generar su propia polémica por mostrar publicidad.
Un desarrollador que responde al apodo de Zeffy ha descubierto una forma de superar esa limitación impuesta por Microsoft, y ha subido su proyecto a GitHub para que todo aquél que quiera pueda descargarlo e instalarlo en su equipo. También ha dado una transparencia total para dejar claro desde el principio que su obra no es un intento de colar malware.
La idea de Zeffy es un parche que actúa en el momento en el que el sistema de actualización hace un escaneado del sistema para comprobar que todos los componentes son compatibles. Justo en el punto en el que se dirige a la CPU el parche "miente" y le dice que tenemos instalado un procesador compatible, lo que evita que el proceso de actualización se cancele y nos permita bajar los últimos parches oficiales.
El sistema funciona y parece que es totalmente seguro, pero con las cosas de terceros nunca se sabe así que es imposible asegurar que no hay ningún tipo de riesgo.
Por otro lado a Microsoft puede no haberle gustado nada esta idea, así que lo más seguro es que acabe "cerrando la puerta" a ese parche con la llegada de futuras actualizaciones.
