Cuando Intel lleva a cabo una reducción de proceso de fabricación en sus procesadores no aumenta el rendimiento de los mismos, un planteamiento propio de la estrategia "Tick-Tock" del gigante del chip.
A pesar de todo parece que con los procesadores Broadwell Core M Intel no sólo ha mejorado mucho la eficiencia, ya que tienen un TDP de apenas 4,5W, sino que también ha aumentado levemente su rendimiento.
Puestos a la misma frecuencia de reloj que su variante Haswell el nuevo Core M rinde hasta un 2,97% más, pero consigue una eficiencia que puede llegar a ser hasta tres veces mayor que la de Haswell.
Es ahí donde destaca especialmente Broadwell, en la relación consumo-rendimiento, un hecho que evidencia el destino del chip a equipos en los que prime la movilidad y la autonomía.
