Pete Hines, de Bethesda, ha explicado en una audiencia durante el proceso que enfrenta a Microsoft con la FTC por la posible compra de Activision Blizzard la exclusividad de Starfield, un tema que ha generado algo de polémica porque todas las consolas tienen sus exclusivos, esto no es nada raro. Podrían preguntarle también a Sony y Square Enix por qué Final Fantasy XVI solo ha llegado a PS5.
Según Hines, el lanzamiento de Starfield en exclusiva para Xbox Series X-Series S y PC se debe a una cuestión de optimización del desarrollo, y ha sido importante para evitar que se produzcan más retrasos en el lanzamiento del juego. Para Hines, habría sido imposible lanzar el juego a tiempo si se hubiera dado soporte a otra plataforma diferente, porque habrían tenido que invertir más tiempo y también más recursos. El riesgo habría sido mayor también.
En el proceso Hines mantuvo una versión que sigue la línea de los desarrollos de videojuegos actuales, que son cada vez más caros y más complicados, y en los que optimizar a fondo para varias plataformas con características distintas representa una inversión elevada y un riesgo tanto por la mayor inversión realizada como por los posibles resultados negativos que esto pueda producir en la optimización final, y en el estado del juego.
Starfield va a ser uno de los juegos más avanzados de la generación actual de consolas, y uno de los más exigentes. Bethesda debería haber podido aprovechar todo el potencial de Xbox Series X, y será interesante ver lo que han podido conseguir con esta consola, que tiene más potencia que PS5 porque su GPU tiene muchos más shaders, y tiene una CPU a una frecuencia ligeramente mayor.
