La API DirectStorage promete mejorar mucho el rendimiento de las unidades SSD gracias a la utilización de la GPU en las tareas de descompresión de datos. Una prueba de rendimiento ha comparado el pico máximo que es posible conseguir con una CPU, y los valores que se pueden alcanzar con una GPU, y las diferencias son enormes.
Un Intel Core i9-12900K a 5,2 GHz consigue un ancho de banda de 5,2 GB por segundo con un SSD PCIe Gen3, mientras que una tarjeta gráfica como la Radeon RX 7900 XT consigue 12,6 GB/s, y la GeForce RTX 4080 alcanza los 12,7 GB/s: La Intel Arc A770 supera a ambas con 13,9 GB/s.
Utilizando un SSD PCIe Gen4 el rendimiento con el Core i9-12900K no cambia porque hay un cuello de botella, y sigue siendo de 5,2 GB/s. Con la Radeon RX 7900 XT el rendimiento sube a 14,6 GB/s, y con la GeForce RTX 4080 queda en 15,3 GB/s. La Intel Arc A770 gana de nuevo con 16,8 GB/s.
Para esta prueba se ha utilizado una demo técnica de Microsoft, así que los resultados en juegos reales podrían ser distintos, ya sea para bien o para mal. El primer juego que llegará a PC con soporte de esta tecnología será Forspoken, aunque este ya ha generado polémica por la reducción de calidad gráfica que ha recibido en su versión final frente a las que se mostraron anteriormente.
Para poder aprovechar DirectStorage no será necesario actualizar a Windows 11, ya que esta tecnología estará soportada sin problemas en Windows 10.