NVIDIA no para. El lanzamiento de Blackwell en tarjetas gráficas de consumo se espera para enero de 2025, pero la compañía ya está trabajando en su próxima arquitectura, Rubin. Esta arquitectura está avanzando a un ritmo muy bueno, y gracias a eso podría estar terminada seis meses antes de lo previsto.
Si no surgen problemas ni se producen retrasos NVIDIA podría lanzar las soluciones gráficas basadas en la arquitectura Rubin mucho antes de lo previsto. Primero llegarían las aceleradoras para IA basadas en esa arquitectura, y unos meses más tarde las tarjetas gráficas para consumo general, como ha sucedido con Blackwell.
Esta estrategia forma parte del plan de NVIDIA de entrar en una cadencia de renovación anual de arquitecturas, un plan muy agresivo con el que la compañía quiere ponerle las cosas más difíciles a todos los que intentan rivalizar con ella en el sector GPU, y también en el mundo de la IA.
NVIDIA Blackwell tendrá una vida aproximada de dos años en su versión para tarjetas gráficas de consumo general, porque el plan de acortar los ciclos de desarrollo se centrarían de momento solo en sus soluciones para empresas e IA. Los ciclos de renovación de GPUs de consumo general deberían seguir siendo de dos años, aunque esto podría cambiar.
Originalmente se esperaba que NVIDIA Rubin fuese lanzada en 2026, pero ahora que NVIDIA va tan adelantada con el desarrollo y que todo va también quizá llegue en la segunda mitad de 2025. Esta nueva generación gráfica utilizará el nodo de 3 nm de TSMC y tendrá chips de memoria HBM4.
Con esta arquitectura NVIDIA aspira a reforzar su posición como líder en el mundo del hardware especializado en IA. Podría repetir el diseño modular con dos o más GPUs unidas para formar una súper GPU, y tendrá núcleos tensor de nueva generación.