Más es mejor, o eso queremos creer muchas veces. Los smartphones con 24 GB han seguido esa idea a la perfección, y los fabricantes tienen claro que ofrecer a los consumidores productos con números más grandes les hace creer que estos son mucho mejores que los anteriores, pero en realidad no siempre es así.
Un smartphone con 24 GB de memoria RAM no será mejor que otro con 16 GB por tener más memoria RAM, y de hecho puede ser incluso peor que otro con 8 GB de RAM por diferencias derivadas de la calidad de la pantalla, la potencia del SoC y la capacidad de las cámaras.
La memoria RAM afecta al rendimiento de un smartphone, pero solo hasta cierto punto. Cuando se superan los 8 GB de RAM las mejoras de rendimiento son muy pequeñas, así que un terminal con 16 GB o más de memoria RAM no tiene sentido, y uno de 32 GB de memoria es absurdo. Sin embargo, para los vendedores es una oportunidad de oro de cara al marketing, porque pueden promocionarlo como algo único, como el primero en contar con más memoria RAM que un PC, o con la misma memoria RAM que un PC de alto rendimiento.
Parece que esta enorme cantidad de memoria RAM podría tener sentido en algún momento por el uso de LLM (Modelos Grandes de Lenguaje), que están relacionados con el despegue de la inteligencia artificial y su aplicación a smartphones. Quizá con esa adopción cada vez mayor y más importante de la IA en los smartphones los modelos con una gran cantidad de memoria RAM empiecen a tener sentido, pero parece que todavía falta mucho para que esto ocurra.
