Intel confirmó un cambio en su nomenclatura de procesadores para ordenadores portátiles que supone el final de las marcas Pentium y Celeron. Ambas quedan absorbidas bajo la marca Intel Processor, y gracias a una reciente filtración tenemos un poco más claro qué es lo que piensa hacer Intel exactamente.
Los Intel Processor se dividirán en dos grupos, los N100 y N200. Ambos estarán basados en Alder Lake-N, así que tendrán núcleos Gracemont, los conocidos núcleos de alta eficiencia que también están presentes en muchos modelos Alder Lake-S. Las configuraciones más potentes tendrán un máximo de 8 núcleos y 8 hilos, lo que quiere decir que no soportarán la tecnología HyperThreading. Estos tendrán una configuración de doble clúster.
También habrá configuraciones con cuatro núcleos y cuatro hilos que solo tendrán un clúster. Estarán diseñados para cubrir el espacio reservado a equipos económicos (gama baja) que normalmente se centran en ofrecer una buena experiencia con tareas básicas. Deberían mejorar considerablemente el rendimiento frente a la generación actual, Jasper Lake, y la autonomía debería ser uno de sus puntos fuertes, ya que podrían venir configurados con niveles de TDP inferiores a los 5 vatios.
La GPU que traerán será una Intel Gen 12 GT1 con 32 unidades de ejecución, cuyo rendimiento también será suficiente para tareas básicas. De momento no hay más información, pero Intel debería desvelar todos los detalles en el escenario del CES de 2023, que está previsto para enero de ese año. Parece que serán los rivales de los AMD Mendocino, basados en Zen 2 y fabricados en el nodo de 6 nm de TSMC. Estos cuentan con configuraciones de hasta 4 núcleos y 8 hilos.
