La Radeon 740M es una gráfica integrada que se utiliza en varias APUs de la serie Ryzen de AMD. Puede estar acompañada tanto de procesadores basados en Zen 3 como de modelos basados en Zen 4 (Ryzen 5 7540U o Ryzen 5 8500G por citar algunos), pero es un modelo de gama baja que tiene una configuración muy limitada. Solo con ver sus especificaciones ya queda en evidencia que no es un modelo para jugar a nada actual, ¿pero realmente es tan floja o tiene algo de potencial?
Esta GPU integrada tiene 256 shaders, 16 TMUs, 8 ROPs y 4 núcleos para acelerar trazado de rayos. Utiliza la arquitectura RDNA 3 de AMD.
Con ella es posible jugar a Counter-Strike 2 en 1080p con calidad baja manteniendo una media de 97 FPS. No está mal, sí que sirve para algo, y sí que puede con algunos juegos actuales, como este de Valve.
GTA V Enhanced Edition funciona en 1080p con calidad baja a 89 FPS, así que hay margen para subir la calidad gráfica a niveles más altos. Kingdom Come Deliverance 2 es demasiado exigente, y solo funciona a 40 FPS en 1080p con calidad baja y FSR 3.1 en modo equilibrado.
Cyberpunk 2077 funciona en 1080p con calidad muy baja y FSR 3 en modo rendimiento a 47 FPS, y Oblivion Remaster solo llega a 28 FPS en 1080p con calidad baja y FSR en modo ultra rendimiento. Red Dead Redemption 2, que no es tan exigente, funciona a 38 FPS en 1080p con calidad baja, texturas en ultra y FSR 2 en modo equilibrado.
La Radeon 740M ofrece un rendimiento mejor de lo esperado. No es una GPU para jugar a títulos exigentes, pero se defiende bien con los juegos de la generación anterior de consolas, siempre que se configuren en calidad baja y utilizando reescalado para mejorar el rendimiento.