Desde verano de 2014 y los Haswell-E que Intel no se pronunciaba respecto a la plataforma de escritorio de alto rendimiento, o HEDT "High End Desktop". Tres años han pasado desde entonces, y los rumores acerca de una nueva remesa de procesadores HEDT no han parado. Finalmente, la plataforma X299, o Basin Falls como es el nombre en clave del nuevo chipset, se presenta oficialmente hoy, después de una larga temporada de dires y diretes en relación a su potencial y su ubicación en la línea de productos de Intel.

En esta ocasión, y sentando un precedente, Intel presenta dos series de procesadores para la plataforma de alto rendimiento, lo que no deja de ser curioso. Resumidamente, por un lado tendremos los procesadores Kaby Lake-X, que en esencia son como los Kaby Lake que conocemos, con prácticamente las mismas características y limitaciones pero compatibles con un nuevo socket, y los Skylake-X, los verdaderos sucesores de los Haswell-E y todo fuerza bruta y potencia.

Intel ha aprovechado la presentación de Basin Falls para renombrar las gamas de sus procesadores, y dar un toque de sofisticación a lo que tienen. Con esto aparecen los nuevos procesadores Intel Core X, que en esencia colocan las CPU en la gama de alto rendimiento como un producto especial, razón por la cual no tendremos ningún Core i3: la cosa se queda en Core i5 X, Core i7 X y los nuevos Core i9 X, entre los cuales tendremos los top de los top, los Core i9 Extreme. Estas nomenclaturas pueden liar un poco, pero en realidad no hay mucho que entender: Intel pone una X al final de las CPUs compatibles con Basin Falls, añadiendo la gama i9 como CPUs extremas (en frecuencias y número de núcleos) y una enorme capacidad de overclock. Pero todos ellos, ya sean Skylake-X o Kaby Lake-X, compartirán socket, chipset y pertenecerán a la serie 7 de procesadores de Intel, sólo que a la vertiente X, o de alto rendimiento.

Aclarados los tipos de procesadores que vamos a encontrarnos en la plataforma Basin Falls/X299, pasemos a hablar del nuevo socket. Ahora pasamos del 2011v3 de los Haswell-E al denominado LGA 2066. El cambio de socket es algo lógico, teniendo en cuenta que el 2011 ya se ha quedado algo anticuado y debe adaptarse a los tiempos que corren. El socket se empareja con el mencionado chipset X299, que da una vuelta de tuerca al X99 y lo potencia hasta límites insospechados. Como novedades, ofrece soporte hasta 24 pistas PCIe (dependiendo del procesador que instalemos), controladora de memoria integrada DDR4 a 2.666 MHz (aumentamos, pues, la frecuencia DDR4 por defecto), y habrá múltiples combinaciones para gráficos, con soporte completo para gráficos duales PCIe x16.

Según Intel, el chipset X299/Basin Falls está realizado a 22nm, en relación a los 32nm del X99. El X299, además, tiene un TDP de 6 W (6,5 W el X99), una velocidad de bus de 8 GT/s DMI3 (5 GT/s DMI2), las mencionadas 24 pistas PCIe, hasta 14 puertos USB 2.0 y 10 USB 3.0, soporte hasta 8 SATA 6 Gbps, un tamaño de 23 x 24 mm. (25 x 25 mm. el X99), soporte para Intel vPro, y para todas las tecnologías asociadas a Intel. Decir que la plataforma X299 soportará quad channel, pero sólo con los procesadores Skylake-X, pues Kaby Lake-X dispondrá "únicamente" de dual channel, más que suficiente para lo que se pide hoy en día.

Así que resumidamente, podemos decir que la plataforma X299 dispone de dos segmentos: los procesadores Kaby Lake-X, que son los HEDT más asequibles, para los que quieren tener una CPU de gama extrema sin hipotecarse de por vida, y los Skylake-X, la verdadera fuerza bruta de Basin Falls, y el verdadero motivo por el que Intel ha renombreado los Core i5 e i7 con el subtítulo X, añadiendo además el Core i9 como el procesador top de gama. Ahora veremos las diferencias entre ellos para saber qué escoger, y también que nuevas características incluyen.
