Arkane Studios prometió que Prey iba a ofrecer un buen rendimiento en PC desde el principio y que no repetirían los errores cometidos con Dishonored 2, un juego que provocó muchos quebraderos de cabeza en su versión para Windows ya que el rendimiento dejaba mucho que desear incluso en configuraciones muy potentes.
Prey utiliza el motor gráfico CryEngine, un viejo conocido que prácticamente todos los desarrolladores conocen de sobra y que no ofrece secretos a la hora de optimizar, así que desde luego Arkane Studios no podía fallar en esta ocasión, principalmente porque ya no tenía la excusa de utilizar un motor gráfico "mezclado y raro", derivado de una versión antigua con ajustes para ponerlo al día, cosa que hicieron con el id Tech 5 en Dishonored 2.
TechPowerUP! ha analizado Prey en varias tarjetas gráficas y los resultados son buenos. Una GTX 1050 de 2 GB de GDDR5 llega para mover el juego en 1080p con calidad muy alta y medias de más de 60 fotogramas por segundo. La veterana y popular GTX 970 llega a 106 fotogramas por segundo.
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En resolución QHD hasta la GTX 1050 de 2 GB de GDDR5 ofrece resultados jugables, y las tarjetas gráficas de gama media más conocidas y utilizadas aguantan sin problema. Al subir a UHD (4K) la cosa se pone seria y sólo la gama alta ofrece resultados aceptables.

Arkane Studios ha hecho un buen trabajo y ha optimizado casi a la perfección, ya que aunque las soluciones NVIDIA rinden muy bien las tarjetas gráficas de AMD no quedan en una buena posición al comparar con sus equivalentes directos.
Por último el consumo de memoria gráfica sólo supera los 4 GB en resolución UHD (4K).
