El lanzamiento del próximo God of War habría sufrido un retraso a 2026. No es un retraso demasiado importante, porque ya estamos a mediados de 2025, así que podría ser un retraso de entre unos meses y un año o poco más.
La fuente no ha dicho nada sobre los motivos que han dado pie a ese retraso, pero los desarrollos de las grandes franquicias exclusivas de Sony para PS5 están tardando mucho en llegar. Este nuevo God of War podría ser el primero de esas franquicias en llegar a la consola, y a diferencia de God of War Ragnarok no tendrá una versión para PS4.
Da la sensación de que Sony y sus estudios clave están esperando a que las ventas de PS5 lleguen a un punto concreto para tener una base de usuarios lo más alta posible. Esto ayudaría a rentabilizar el desarrollo de juegos como un nuevo God of War exclusivo de PS5, cuyos costes serían muy altos, y para recuperarlos sería necesario conseguir unas ventas muy elevadas.
Los costes de desarrollo en las consolas de la generación actual habrían sido el principal obstáculo en la llegada de nuevas entregas de otras franquicias exclusivas a PS5, como un nuevo The Last of Us o un nuevo Horizon.
A PS5 todavía le quedan al menos entre cuatro y cinco años de vida, así que Sony todavía tiene tiempo para lanzar nuevos juegos exclusivos dentro de sus principales franquicias. También cabe la posibilidad de que la compañía quiera esperar al lanzamiento de PS6 para lanzar esas nuevas entregas como títulos de transición intergeneracional. Esto no es una locura, porque para entonces PS5 ya tendría una base de usuarios igual o cercana a los 100 millones, y ayudaría a Sony a tener un buen catálogo de juegos para el lanzamiento de PS6. Mataría dos pájaros de un tiro.