Ya hemos dicho que el corazón de cualquier teclado mecánico radica en sus interruptores. Normalmente, el interruptor, o switch, de un teclado mecánico se compone de las siguientes partes:
- La tecla (keycap), que es la zona que pulsamos con el dedo, y pueden estar hechas de diferentes materiales, y ser de diferentes formas o tamaños
- El vástago, que es la cruceta que vemos cuando retiramos la tecla, y determina la distancia de actuación y el tipo de switch
- La carcasa externa, que hace de guía del vástago, además de tope y de protección para evitar que la tecla se hunda
- El muelle, que devuelve la tecla a su posición inicial una vez pulsada
- La carcasa interior, que es la pieza más interna del interruptor, y que fija éste con la base del teclado
- El contacto, que es la parte metálica que registra la pulsación cuando se llega a él

Éstas son, como decimos, las partes de un switch mecánico convencional, pero los hay que no siguen la premisa de este tipo de switches, a saber, tecla con recorrido que acaba en un punto que es la zona de contacto y se registra así la pulsación... Hay interruptores que funcionan de otra manera, como es el caso de los ópticos. Aquí el mecanismo es diferente: como vemos en la animación siguiente, tenemos prácticamente las mismas partes que un switch mecánico a excepción de un sensor óptico, que permanece continuo si no se pulsa la tecla, o se corta si se pulsa. Eso registra la pulsación, y no el contacto metálico de la base. En principio son switches de mayor durabilidad que los mecánicos tradicionales, ya que no hay contacto que se desgaste, y es la explicación de que este Huntsman V2 Analog tenga una durabilidad de 100 millones de pulsaciones por tecla, en lugar de los 50 millones habituales de los mecánicos.

Sin embargo, los switches de este Huntsman V2 Analog son incluso una evolución de los switches ópticos definidos: son óptico-analógicos, lo que quiere decir que existe una variabilidad, pequeña pero patente, desde que "cortamos" el sensor óptico que registra la pulsación hasta que se registra el movimiento. Esa diferencia es un espacio físico en forma triangular situado en la carcasa inferior del switch, y que depende de cómo se abra o se cierre éste se registra una mayor o menor presión. En resumen, el switch óptico-analógico es un interruptor óptico con el añadido de la variabilidad de una leve pulsación analógica. ¿Cómo se traduce esto en el terreno práctico? Pues estos interruptores permiten realizar algunas operaciones que los ópticos estándar no pueden.


De entre las funciones especiales que puede tener un switch de estas características, está la que Razer ha implementado en este Huntsman V2 Analog, que es el de la doble pulsación: se trata de una característica programable tecla por tecla que básicamente permite que al pulsar una tecla, a cierta distancia de recorrido ocurra una cosa, y a una distancia más profunda, otra. Así, podemos hacer que al pulsar la tecla "Q", por ejemplo, empecemos a acelerar el coche en un juego, y al pulsar del todo consigamos la aceleración máxima, de la manera como lo haríamos con los gatillos analógicos en un control pad. Esto expande enormemente las funciones de un teclado, y hace que, especialmente, el Huntsman V2 Analog sea un producto sobresaliente en este sentido.

Adicionalmente, decir que el teclado permite sacar todas las keycaps y éstas se pueden reemplaza a placer por unidades elegidas por nosotros.