El Unreal Engine 5 es un motor gráfico de última generación que está haciendo posible que nos acerquemos poco a poco al fotorrealismo, pero es muy exigente, y se está atragantando a las consolas de la generación actual e incluso da problemas en PCs muy potentes cuando se utiliza en resolución 4K.
Jacob Sutton, co-fundador de Infuse Studio, comentó que esa es la razón por la que tecnologías de reescalado como NVIDIA DLSS, AMD FSR e Intel XeSS se han convertido en algo básico en los juegos actuales, y dijo que estas sirven para solucionar problemas de optimización en juegos. Como ejemplo puso el Unreal Engine 5, un motor gráfico que viene por defecto con TSR, una solución de reescalado propia que sirve también para mejorar el rendimiento.
El reescalado no es algo complementario, es un requisito básico, porque no hay ningún juego basado en el Unreal Engine 5 que funcione de forma óptima en resolución 4K de forma nativa. En su lanzamiento, Lords of the Fallen, que utiliza el Unreal Engine 5, funcionaba a 55 FPS de media en 4K con una GeForce RTX 4090, y Remnant II From the Ashes se movía a 45 FPS con esa misma configuración.
Nos guste o no el reescalado ha llegado para quedarse, tanto en consolas como en PC. Se rumora que la PS5 Pro de Sony va a contar con un reescalado especial con aceleración por IA, y en PC las tecnologías de AMD, Intel y NVIDIA no dejan de mejorar para ofrecer un reescalado cada vez mejor. El Unreal Engine 4 también fue un desafío para el hardware de la época en el momento de su lanzamiento, pero si no recuerdo mal se fue "domando" gracias al lanzamiento de nuevas generaciones de tarjetas gráficas, cosa que con el Unreal Engine 5 está siendo más lenta y más complicada.