La situación en la que se encuentra buena parte del mercado tecnológico es bastante complicada. Hay una escasez creciente de semiconductores que ha afectado a muchos productos, y el auge del minado de criptodivisas, la alta demanda y la manipulación que ejercen los revendedores no ayuda en absoluto a mejorar la situación.
Durante la Gamescon 2021, Microsoft anunció una edición especial de Xbox Series X inspirada en Halo Infinite. Dicha consola tenía como meta celebrar los 20 años de vida de la franquicia Halo, y la verdad es que es uno de los pocos diseños personalizados que me parecen realmente bonitos en este tipo de consolas. Su precio también iba a ser muy razonable, ya que costaría 549,99 euros con una copia de Halo Infinite en versión digital.
El problema es que la consola ha sido pasto, al final, de los revendedores, ya que esta ha empezado a aparecer listada en eBay y en otras plataformas de venta de productos de segunda mano, o nuevos pero procedentes de particulares, con precios que rondan casi el doble de su precio recomendado.

La especulación y la reventa se han convertido en dos problemas muy graves para el sector de la electrónica, la informática y la tecnología de consumo general, y lamentablemente nadie parece ser capaz de hacerles frente. En esas mismas plataformas de venta de productos de segunda mano es posible encontrar tarjetas gráficas nuevas que tienen precios de escándalo, y consolas PS5 en grandes cantidades, mientras que en el canal minorista no queda ni una unidad. Es tremendo, y lamentablemente parece que la cosa va para largo, ya que es un negocio muy rentable que no están dispuestos a dejar escapar.