La Batalla Terrestre
Ahora que hemos invadido el Piamonte, la batalla es inevitable, pero, pese a que seremos atacantes, contamos con la ventaja de la superioridad numérica, algo importante, ya que en este mapa, además, los lugares de defensa se encuentran por encima de nuestras unidades.
Para ganar cierta ventaja, recurriremos a la mejor táctica personalizada. En este caso, la milicia irá al frente del ejército, ya que están especializados en la batalla cuerpo a cuerpo, y neutralizará a todo un batallón de milicia del bando contrario. Asimismo, a los cuatro batallones de Fusiliers y Voltigeurs, les colocamos en Formación de línea, esto nos proporciona una mayor potencia de fuego, y al no haber caballería no hemos de preocuparnos por los posible envites de la misma.
Asimismo, como los Voltigeurs carecen de defensa, los colocamos detrás de los Fusilieurs, lo que nos asegurará que sólo hagan uso de su habilidad de disparo a larga distancia y evitaremos que puedan ser eliminados en la batalla cuerpo a cuerpo. Una vez hecho esto, damos la orden de Combatir. Inmediatamente después, ordenamos a nuestro ejército atravesar el puente y apostarse en la base de la montaña.
El enemigo ocupará la aldea en la cima y comenzará la cuenta atrás de 25 minutos para derrotarles. Las dos unidades de milicia se apostarán en la entrada de la aldea para darnos una calida bienvenida. Como nuestro objetivo es eliminar al mayor número de unidades sin entrar en el enfrentamiento cuerpo a cuerpo, rodeamos la base de la montaña para ascender por otro lado.
Proseguimos nuestra ascensión mientras vemos como el enemigo va recolocando a sus tropas. Esta vez, una de las unidades de milicia queda relegada en el otro extremo del pueblo.
Hay que ser muy cuidadosos, ya que, si una unidad pasa cerca de la milicia enemiga (como en este caso), será el enemigo el que tome la iniciativa de ataque, en este momento, es primordial mandar a los cuatro batallones atacar a los milicianos. Nuestra milicia permitimos que siga su curso, ya que, la unidad de fusileros se desapostará de la casa, y podremos emprender una batalla cuerpo a cuerpo contra ellos. Si no estamos seguros de esa táctica, podemos enviar a nuestra milicia a enfrentarse con la suya directamente. Hay que tener presente algo… en la batallas cuerpo a cuerpo, nuestros ejércitos pueden matar tanto unidades amigas como enemigas. Por lo que habrá que controlar el equilibrio de la batalla, ya que, si estamos en mayoría, el fuego amigo hará que perdamos unidades a un ritmo exagerado. Una vez eliminadas las dos unidades de milicia (no deberíamos haber perdido ningún batallón en esta contienda), movemos nuestras tropas a lo largo de la montaña, de forma que, manteniendo la distancia para no ser atacados, podamos ponernos a su altura. Si no hemos perdido a la milicia, es el momento ideal para mandarlos a la batalla, lo cual nos permitirá mover a nuestras tropas con más calma.





Una vez finalizada esta batalla, nos devolverán al modo Campaña, donde, es muy posible, que en el transcurso del turno, España nos declare la guerra. Como no estamos interesados en ser atacados por dos frentes, abrimos la ventana de Diplomacia, y firmamos un tratado de paz, aportando la cantidad de oro que ellos exigen (deberían ser 1700 monedas de oro, en este momento, si se siguen los pasos del tutorial por orden, se tienen 1770). Mantenemos a nuestras tropas en Piamonte, puede que haya que librar una nueva batalla contra un simple batallón de milicia. Lo cual no supondrá ningun problema por nuestra superioridad numérica.