En los últimos tiempos, los programas que usamos para acceder a contenidos web han evolucionado de una manera vertiginosa. Los navegadores más extendidos son Internet Explorer y Netscape, aunque en los últimamente ha aparecido otro que está empezando a gozar de una gran popularidad por su calidad, el Opera
La popularización de Internet ha traído consigo un escenario nuevo donde competir y ha cambiado en gran medida nuestra forma de vivir la informática. Respondan para sí mismos a estas preguntas
1) De las 10-15 aplicaciones que usa más a menudo, ¿cuántas tienen que ver con Internet?
2) De la información/contenidos que maneja en su trabajo o en su tiempo libre, ¿cuánta procede de la red?
3) Si es aficionado a los videojuegos, ¿juega en Internet?
4) ¿Cómo se sentiría si de repente no puede conectarse más a la red?
Me imagino que se habrá dado cuenta de que un gran número de las cosas que hace tienen que ver con Internet, de hecho sin la red no existiría Noticias3D.com ni tampoco esta editorial.
Por tanto, el tópico de que Internet ha cambiado nuestra forma de ver las cosas parece cierto. Debido a la importancia cada vez creciente de Internet, el software que no permite acceder a los diversos contenidos han cobrado mucha importancia de la noche a la mañana. Entre estos programas sin lugar a dudas el más importante es el navegador, ya que permite no sólo ver contenidos en forma de página web, si no también consultar el correo (webmail), acceder a chats, descargarse archivos, etc. Algunos incluso vaticinan que de aquí a unos años la mayoría de gente no usará nada a parte del navegador.
Entre los usuarios avanzados, lo más común es usar otros muchos programas a parte del navegador, sean clientes de correo, clientes de irc, clientes de ftp, aplicaciones para poder resumir un download, firewalls, etc. puesto que estas aplicaciones independientes ofrecen mayores funcionalidades que si el mismo servicio es accedido desde un navegador.
Aún así, sin lugar a dudas la aplicación estrella es el navegador. Por ello, la lucha encarnizada entre Netscape y Internet Explorer de los últimos años no ha sido factor de sorpresa para nadie. Suele ser una opinión generalizada que Microsoft intenta forzar el uso de su navegador, el Internet Explorer, mediante su inclusión como parte inseparable de su sistema operativo Windows. Como sabéis, las supuestas prácticas monopolistas y “oscuras” de Microsoft son objeto de un juicio en estos precisos momentos, pero como yo ya he dicho repetidas veces, pienso dejar que los tribunales hagan su trabajo y espero que el veredicto se cumpla sea cual sea. Mi decisión personal es centrarme en la parte tecnológica que es lo que me parece verdaderamente interesante, y de hecho al oír la palabra Microsoft me gustaría que fuese seguido por cosas sobre tecnología, malas o buenas, ¡pero sobre tecnología!
Yo no pretendo ser un defensor de Microsoft, ni de ninguna otra compañía, creo que las elecciones de hardware y software deben se basarse en lo que responde en un determinado momento mejor a las necesidades existentes y no en el nombre del fabricante que figura sobre los productos. Creo que esa es la mejor estrategia a seguir y también estas ideas me impulsaron a escribir la editorial Windows vs. Linux que según el correo que me mandáis tuvo buena aceptación. Varias personas me han hecho saber la similitud de la editorial Windows vs. Linux con un artículo publicado en Anandtech.com cuya fecha de salida fue anterior a la fecha de publicación de la editorial citada. La verdad es que yo escribí la editorial publicada en Noticias3D mucho antes de que saliese el citado artículo en Anandtech.com pero nuestra editorial se abrió al público más tarde siguiendo un ritmo marcado de contenidos a publicar. Por ello, para mi es un orgullo que se me mencionen dichas similitudes. También me ha pasado, el hecho de recibir correo en el que se me acusa de tener favoritismos con Intel y también con AMD tratándose sobre un mismo artículo. Creo que esto es una firme señal del trabajo bien hecho y de nuestra imparcialidad.
Volviendo al tema de navegadores, por supuesto, no se nos va a olvidar un navegador relativamente “nuevo” que está teniendo una buena aceptación debido a sus características de calidad, estoy hablando del Opera por supuesto.
Centrándonos en asuntos puramente tecnológicos y siempre en mi opinión, el Internet Explorer 4 constituyó el momento de ruptura en la paridad existente entre el Netscape y el Explorer.
Las versiones 3 y anteriores tanto del Netscape como del Internet Explorer no se diferenciaban demasiado entre sí, siendo posiblemente mejor el Netscape. También no hay que olvidar que estas versiones de los navegadores fueron usados principalmente para ver el llamado HTML “estático” que dominaba la web en aquellos momentos. El HTML “estático” presenta un código relativamente plano, es decir, uniforme o siempre parecido. La evolución de los contenidos web ha sido vertiginosa y en varios años se ha pasado de ofrecer páginas web tan solamente basadas en texto de diferentes colores y imágenes a páginas de gran belleza visual que contienen elementos que cambian su comportamiento según pasamos con el ratón por encima suya, elementos que cambian según una determinada elección, la presencia de menús de amplias funcionalidades y no simplemente un marco (frame) con el índice de la página situado normalmente a la izquierda.
La filosofía de HTML “dinámico” que representa una nueva forma de ver las programación y una forma diferente de ver los contenidos que se ofrecen. Para entender las diferencias introducidas imagínense la siguiente situación: tenemos una tienda on-line que tiene un menú en el que aparecen diferentes productos. En el caso del HTML “estático” cada elemento del menú fue introducido, bien usando un editor HTML (más común) o a mano editando el código directamente. Entonces para añadir un nuevo artículo a la venta, por ejemplo, habría que editar el código de la página web. En el caso de HTML “dinámico” la filosofía cambia completamente. Aquí los contenidos se generan o “preprocesan” (de aquí el conocido lenguaje PHP que significa “Preprocesador de Hipertexto”) en el instante en el que se consulta una determinada página web. Esto quiere decir que en el código en vez de figurar las diferentes opciones del menú, aparece una llamada a una base de datos que extrae los productos registrados y genera en ese momento las opciones del menú. Es muy común programar herramientas que permitan modificar las bases de datos mencionadas, borrando, añadiendo o simplemente listando sus contenidos. Entonces, volviendo a la situación de querer añadir un producto nuevo, pues la persona que dispone de los privilegios requeridos, abrirá la herramienta para añadir nuevos productos, que no será más que un simple formulario a rellenar.
Una vez hecho esto, la próxima vez que alguien consulte la página web el programa extraerá de la base de datos los productos disponibles incluido el que se acaba de añadir. De esta manera no es necesario editar código, tener ni siquiera conocimientos de programación, sin mencionar que la gestión de opciones se facilita tremendamente. Estas son tan sólo algunas de las ventajas que presenta la programación dinámica.
Los que habéis hecho alguna vez una página web sabéis que en HTML hay que tener muchas precauciones adicionales para que se conserve el formato de la página. En los documentos de Microsoft Word (DOC), o de Acrobat Reader (PDF) los formatos se conservan perfectamente y el documento se visualiza tal y como se creó, con independencia de la resolución de pantalla, por ejemplo, definidos en el ordenador donde se va a abrir el archivo. En HTML, como ya sabéis, esto no es así. Si se diseña una página web pensando en una resolución de 800x600 (típico), pero se abre en un ordenador donde la resolución este establecida digamos a 1024x768 algunas cosas cambiarán de sitio y el formato se romperá en caso de que no se haya pensando en esto.
Por ello para solucionar los problemas anteriores, es muy común utilizar tablas en diseño web. Mediante las tablas se consiguen fijar las cosas en su sitio. Una consecuencia natural de esta manera de diseñar páginas web es que aparezcan tablas anidadas. Volveremos a esto más tarde por lo que tenedlo en mente.
Para terminar de contar algunas de los elementos comunes hoy en día en la programación web, tenemos que citar el amplio uso de Javascript para automatizar un gran número de tareas. Tampoco no hay que olvidar el uso de hojas de estilos (CSS) para poder uniformar y cambiar de una manera rápida los tipos de letra y sus propiedades a lo largo de toda una web.
Hoy en día, resulta raro no utilizar tablas anidadas, hojas de estilos (Stylesheets=CSS) y Javascript.
Observen los datos que proporciona un estudio, de fecha 1 de Abril 2002, sobre 873061 páginas web realizado por E-Soft disponible en http://www.securityspace.com

Una vez establecida la popularidad de las tecnologías anteriores vamos a tratar cómo se comportan los dos navegadores con ellas.
En mi opinión la interpretación de HTML en Netscape 4.XX es hasta la versión 4.75 es digna de toda crítica. A partir de la versión 4.7X las cosas mejoran un poquito. El comportamiento de Internet Explorer 4.XX y 5.XX me parece simplemente muy superior.
A pesar de que ni Internet Explorer ni Netscape son totalmente compatibles con las especificaciones definidas por el World Wide Web Consortium (W3C), es un hecho que el Internet Explorer es el estándar de compatibilidad.
La versión 6 de Netscape, que debuta el motor Gecko, presenta ligeras mejoras pero no resuelve los problemas anteriores.
Para empezar, sigue presente el problema de la anidación de tablas que a mi me parece de cierta gravedad y las hojas de estilos (CSS) también siguen dando mucha guerra. Pero los males no acaban aquí, el soporte de Javascript en Netscape es otro de los problemas habituales.
Actualmente es muy común ver utilizar en una página tablas anidadas para genera la estructura básica, javascript para conseguir ciertos automatismos y CSS para el tema de tipos de letras. Como podéis ver esto es una combinación explosiva para el navegador Netscape. En mi experiencia personal básicamente si algo está bien programado funciona en Explorer y en Opera mientras que en Netscape el resultado es una incógnita.
Todos estos aspectos funcionan bien en Internet Explorer cuya interpretación de HTML está en otro nivel, pero que no carece de sus propios defectos, como por ejemplo una cierta tendencia a cerrarse ante los errores y hacerlo a menudo.
Dejando de lado tecnologías como ASP, donde es natural que un navegador funcione mejor que otro, el comentario de que las cosas funcionan bien en Internet Explorer porque los desarrolladores tienen en mente a este navegador al programar simplemente no me parece cierta.
No he comentado muchas cosas respecto al Opera, por las siguientes razones:
- Todavía es una opción minoritaria pero que está creciendo bien. Por tanto, el funcionamiento de un proyecto web en este navegador todavía no es un problema serio, pero por supuesto digno de tener en cuenta.
- El comportamiento de este navegador suele se correcto y su interpretación de HTML parece ser de calidad por lo que una vez más no es una preocupación.
El Opera es un navegador que deja muy buen sabor de boca, en mi opinión.
Para terminar, quiero decir que no me resulta en absoluto fácil criticar con dureza el Netscape. Como a tantas otras persona, ese fue mi browser preferido hasta cierto momento. También es necesario que haya alternativas en todos los campos ya que es algo que nos beneficia a todos. Hasta la aparición del Opera, la causa parecía estar casi perdida pero ahora hay esperanza.
De todas maneras, todavía no he perdido la esperanza de una vuelta a lo grande del Netscape, esperemos que esto se cumpla pronto.