Calidad de sonido.
La calidad de sonido es bastante buena. Se puede echar en falta la viveza, la imagen estéreo o la perfecta separación de frecuencias de un headset de gama alta como son los HS80 pero, los platos se escuchan bien, un detalle en frecuencias altas que los auriculares más modestos no acaban de lograr, se aprecian bien los detalles, con cada golpe de timbal, coros ligeros o efectos de música.
Las frecuencias graves están controladas y la pegada de medios/graves es buena. Tenemos además un efecto Dolby en iCUE con una ecualización más agresiva, un toque de reverberación y un efecto espacial que aporta un pequeño extra de inmersión. No se le puede reprochar nada, no flaquea en nada aunque, estamos ante unos auriculares que no son especialmente económicos: cuestan 120 €.
Micrófono.
El micrófono, de tipo omnidireccional, es uno de sus puntos flacos. Su diseño es muy similar al que vimos en los HS80 RGB WIRELESS. Es abatible y al levantarlo se mutea, lo que resulta cómodo pero, en este modelo apenas es moldeable y, la ganancia es escasa. Activar la amplificación de 10 dB's no soluciona esta carencia de sensibilidad. No será problema hacerse entender pero, la calidad de grabación no es buena.

A continuación tenéis una prueba del sonido del micrófono:
Calidad de construcción.
Los materiales no son precisamente prémium pero, la construcción está bien ejecutada y, el uso de plástico le confiere ligereza. El cuero sintético tiene buen tacto y es un material muy limpio pero, no será tan duradero como la tela. Cada costura está en su sitio y el bloqueo de micrófono es sólido.
Ergonomía.
La ergonomía es un punto fuerte de los Corsair HS55. Se adaptan perfectamente a la cabeza, cubren la oreja con espacio y son muy ligeros, lo que nos asegura largas sesiones sin molestias. Al mismo tiempo su sujeción es firme y sus almohadillas esponjosas.

Autonomía.
La autonomía es otro aspecto a poner en valor en este headset. Con una carga completa ofrece hasta 24 horas de duración. Uno de los pros de no disponer de RGB es esta alto autonomía además, su carga rápida permite conseguir 6 horas de autonomía con 15 minutos de carga.
Software.
NVIDIA Broadcast es la tecnología para mejorar los streamings del fabricante de GPUs. A nivel de audio aporta una cancelación de ruido y eco por IA y, está integrado en iCUE pero, necesita una tarjeta gráfica RTX (a partir de la serie 2000) para funcionar. También hay integración con Voicemod, un software para modular la voz y hacer efectos de sonido.




iCUE nos permite actualizar el firmware del periférico, gestionar el emparejamiento de baja latencia por radiofrecuencia. Permite también activar el sonido espacial de Dolby, ecualizar el sonido con un control de 10 bandas y activar la amplificación de micrófono. Podremos mostrar la carga en la barra de tareas y configurar el tiempo para el apagado automático también.