AMD Ryzen es una marca que ha hecho mella. Hacía mucho tiempo que no veíamos a Advanced Micro Devices competir de tú a tú con Intel y su CEO Lisa Su tiene mucho que ver con esto.
Todo empieza en el E3 de 2016, donde exhibían unos microprocesadores que, gracias a un die de intercomunicación alcanzaban 8 cores, arrancaba así la carrera de los núcleos con un Intel algo acomodado, ofreciendo quad cores e innovando poco desde 2011.
Estos Zen dieron problemas de compatibilidad con memorias, había que ir con ojo eligiendo también placa y el rendimiento por núcleo estaba por debajo frente a Intel pero, los precios eran tentadores, incluso algunos modelos venían con disipadores competentes.
Zen+ (serie 2000) sirvió para depurar y Zen 2 (Ryzen 3000) vino con una reducción de su litografía a 7 nanómetros además de un aumento de caché que acercó el rendimiento por núcleo a lo que Intel ofrecía. Además, ese extra de caché disminuyó la dependencia de memorias rápidas, ligadas a la frecuencia del Infinity Fabric. Hoy en día Zen 3 o Ryzen 5000 ofrecen un rendimiento muy bueno, con hasta 16 núcleos y con consumos contenidos. Las temperaturas son altas (especialmente en el 5800X) porque hay poca superficie para disipar el calor pero, los procesadores lo aguantan.
Lo que está por venir promete tanto como la unificación de la caché de la serie 5000, AMD va a apilar memoria caché con una tecnología que ha bautizado como 3D V-Cache pero, esa es otra historia, hoy nos vamos a centrar en una guía de procesadores y chipsets AMD de la series de procesadores 3000 / 5000 y placas 400 / 500.