Ya tuvimos en nuestras manos la primera versión de los OCZ Vertex, con resultados impresionantes (como la gran mayoría de los SSD que han pasado por nuestro banco de pruebas). Hoy cae sobre nuestros escritorios una unidad de la siguiente serie: OCZ Vertex 2. Luego observaremos las diferencias respecto a la primera gama, pero básicamente cambia el controlador interno del SSD, siendo dicho controlador el verdadero corazón de estos discos de estado sólido. Como detalle, podemos decir que los Vertex 2 se pueden encontrar en sabores que van desde los 50 GB hasta los 480 GB; la unidad que tenemos entre manos asciende a los muy respetables 100 GB de capacidad.


La caja de la unidad
El embalaje del producto es sencillo, pequeño como la propia unidad, y contiene un envoltorio que protege el disco de los golpes, con una solución semejante a la goma. La caja, de colores gris y negro, nos muestra una imagen de la unidad, así como una etiqueta con su capacidad. Detrás tenemos algunas características importantes relatadas, así como una lista con las propiedades técnicas del producto, que luego listaremos para mayor información.

Presentación
Aunque no es obligatorio, y mucho menos habitual, el SSD OCZ Vertex 2 lleva algún complemento interesante. Además de tornillos para su instalación en cualquier caja u ordenador portátil, nos adjuntan una bandeja metálica de color negro que nos servirá para adaptar esta unidad de 2,5 pulgadas a un entorno de 3,5 pulgadas. Esto es útil para ordenadores de sobremesa, que no suelen traer huecos disponibles para discos de 2,5, con lo que se agradece el complemento.
Con cierta curiosidad, vamos a comprobar hasta qué punto ha merecido la pena el salto a la versión 2 de Vertex, y si se observa algo distinto respecto a la anterior generación.




Página oficial del producto: OCZ Vertex 2.