AMD ha lanzado de forma oficial la Radeon RX 560, una tarjeta gráfica que fue anunciada hace días pero que todavía no estaba disponible en el mercado.
La compañía lanzó primero las Radeon RX 580, RX 570 y RX 550, un modelo éste último que se ha convertido en la solución gráfica más económica de esa nueva generación.
Con la RX 560 AMD ha repetido el uso del núcleo gráfico Polaris 11, presente en las RX 460, pero con la diferencia de que en esta ocasión ha mantenido activas sus 16 unidades de computación.
En las RX 460 sólo se encuentran activas 14 unidades de computación, lo que hace que la tarjeta cuente con 896 shaders, 56 TMUs y 16 ROPs.
Las RX 560 tienen activas 16 unidades de computación y eso significa que cuentan con 1.024 shaders, 64 TMUs y esos mismos 16 ROPs.
El bus de la RX 560 es de 128 bits pero está acompañado de 2 GB/4 GB de GDDR5 a 7 GHz, por lo que su ancho de banda es de unos más que aceptables 96 GB/s.
Su GPU funciona a un máximo de 1.275 MHz (frecuencia dinámica) y utiliza un conector de alimentación adicional de 6 pines en las versiones personalizadas que hemos visto, pero se conforma con fuentes de alimentación de 400W.
Con la RX 560 es posible jugar en 1080p sin problemas, siempre que ajustemos el nivel de calidad a las exigencias de cada juego. En la mayoría de los casos será posible jugar en alto, pero en algunos puede que mantengamos una buena fluidez incluso en ultra.
La RX 560 con 2 GB de GDDR5 cuesta unos 115 euros y la versión con 4 GB de GDDR5 está disponible por menos de 130 euros.
