Samsung ha encontrado un filón en el mercado de los reproductores multimedia portátiles aprovechando parte del hardware de sus teléfonos.
Prueba de ello es el Galaxy S WiFi 3.6 que, con una pantalla de 3,65 pulgadas y resolución 480x320, dispone de Android 2.3 como sistema operativo y un procesador Texas Instruments OMAP funcionando a 1 GHz.
El dispositivo se completa con 8 GB de memoria interna ampliable con tarjetas microSD, cámara trasera de 2 Megapíxeles, otra frontal VGA y conectividad Wi-Fi y Bluetooth.
La batería da para 40 horas de música o 6 de vídeo, y cuesta 159€.

Se trata de un reproductor multimedia, también conocido popularmente como un MP4, y por lo tanto no lleva el módulo para realizar llamadas.