GTA IV fue un port desastroso en PC. Su optimización es tan mala que todavía hoy rinde fatal en PCs muy potentes, y su rendimiento es peor en Windows 10 comparado con Windows 7. El juego no se optimizó adecuadamente, y sufre un cuello de botella a nivel de CPU permanente que le ha impedido rendir bien incluso con tarjetas gráficas que pueden mover juegos actuales exigentes sin problemas.
En una misma escena GTA IV puede funcionar a 80 FPS en Windows 7 y a 64 FPS en Windows 10 con el mismo hardware, una CPU Intel Core i5-2500K (Sandy Bridge). Con un Ryzen 7 9800X3D el rendimiento mejora en un 700% frente al mejor procesador de la época de GTA IV, un Core 2 Quad Extreme, pero incluso con esta CPU se producen irregularidades en el tiempo de renderizado de fotogramas.
El mod que añade trazado de trayectorias a GTA IV ha cambiado por completo el juego. La calidad gráfica mejora de una manera espectacular, gracias al uso de iluminación, sombras y reflejos generados por trazado de rayos, pero además se han utilizado nuevos materiales y texturas, y la calidad del modelado de la geometría se ha incrementado mucho frente al original.
Este mod ha sido muy complejo, ya que ha sido necesario recurrir a ingeniería inversa para poder encontrar todos los elementos necesarios para que funcione con RTX Remix de NVIDIA. Digital Foundry explica todo el proceso de forma detallada en el vídeo y muestra los cambios gráficos de este mod.
GTA IV con este mod sigue siendo un juego con una gran dependencia de la CPU, y esto hace que subir la calidad gráfica al máximo (distancia de visión y NPCs) afecte mucho al rendimiento. La CPU y la GPU estarán infrautilizadas, pero el juego se moverá a poco mas de 40 FPS en 4K en escenarios limitados por la CPU (con muchos NPCs en escena).
La calidad gráfica que se consigue con el mod es algo que no se puede pasar por alto, pero la optimización sigue siendo un problema, y hace que tengamos problemas de rendimiento incluso con la configuración más potente disponible hoy en PC.