Con los avances que se han conseguido en juegos gracias al uso de motores gráficos de última generación nos hemos acercado al fotorrealismo. La carrera por conseguir gráficos cada vez más realistas no se detiene, ¿pero tiene sentido con el nivel al que hemos llegado ya o es un gasto tonto de recursos?
Esa es la pregunta que le han hecho a Digital Foundry, y la respuesta de este medio ha sido concisa. Ahora mismo estamos en una situación de ganancias o mejoras decrecientes, que significa que conseguir una mayor calidad gráfica tiene un coste enorme de recursos y de potencia gráfica.
Esto es algo que se ha visto con el Unreal Engine 5, y con el cambio de la anterior generación a la generación actual. El coste para conseguir esas mejoras gráficas ha sido muy grande, y los problemas de optimización tampoco ayudan.
Puedes añadir una gran cantidad de polígonos en una escena, pero el coste va a ser muy grande y la mejora gráfica que vas a conseguir ya no será tan fácil de ver. Es la idea de "estos gráficos ya se ven lo bastante bien", y cada salto será cada vez más pequeño, pero el coste seguirá siendo más grande.
Llegar al coste del fotorrealismo es algo que no ven posible por el alto coste que realmente tiene. Quizá con tecnologías procedurales y con IA, pero creen que es un salto demasiado grande. Puede que lleguemos en algún momento, pero dudan sobre si será algo posible en el desarrollo de videojuegos.
Hay juegos antiguos, como Battlefield 3, que todavía se ven bien y se juegan bien, así que sí, la calidad gráfica importa, y seguirá importando. Está confirmado que es el camino a seguir, y que la IA y el trazado de rayos serán los dos estandartes de la próxima generación de consolas, algo que está más que confirmado por Mark Cerny.