PS5 utiliza metal líquido como material de contacto con el disipador. Este material acelera la transferencia de calor y permite un contacto óptimo, pero conduce la electricidad, así que hay que evitar que pueda tocar otros elementos de la consola, porque si llega a tocar el PCB producirá daños irreversibles.
El fundador de Alderon Games, Matthew Cassells, ha descubierto que PS5 tiene un defecto muy importante que hace que, cuando la consola se coloca en posición vertical, el metal líquido se filtre a la parte baja de la consola, lo que produce una pérdida importante que al final puede crear puntos secos en la APU, donde no habrá material que favorezca la transferencia de calor al disipador.
Si esto sucede, la APU no recibirá la refrigeración que necesita, y se acabarán produciendo problemas de temperatura que harán que la consola se apague automáticamente. Esto fue lo que le ocurrió a Matthew, quien decidió limpiar la consola para ver si se arreglaba el problema, pero no fue así.
Cuando lo hizo público, otros usuarios de esta consola dijeron que habían tenido el mismo problema. Sony intentó solucionarlo utilizando un nuevo diseño en PS5 Slim y en PS5 Pro, dos consolas que tienen crestas en la zona de la APU y en el radiador para evitar que el metal líquido gotee, pero todavía es muy pronto para confirmar si esta solución realmente funciona.
No todas las consolas se ven afectadas de la misma manera, porque el goteo de metal líquido no drena por igual las mismas zonas alrededor de la APU, así que el sobrecalentamiento no ocurre en los mismos puntos del chip, y por eso el impacto del mismo puede ser más o menos grave.
Sony debería abrir un programa de reparación gratuito para los usuarios afectados, pero con la gran cantidad de consolas PS5 que están afectadas esto no sería viable económicamente para Sony. Quizá en un futuro la compañía acabe enfrentando una demanda colectiva por este problema, y puede que esta le acabe costando más dinero.