La resolución de pantalla no ha tenido una evolución uniforme con el paso de los años. El salto al 4K fue algo que tuvo lugar de una manera muy lenta, porque se empezó a utilizar como herramienta de marketing con las GTX 700 y The Witcher 3, pero el gaming en 4K todavía no se ha convertido en algo verdaderamente asequible, y tampoco está dominado.
A pesar de la evolución del hardware jugar en 4K nativo con juegos de la generación actual es muy complicado por la exigencia de estos juegos. El Unreal Engine 5 hace que sea necesario utilizar reescalado, y los altos consumos de memoria gráfica de algunos juegos incrementan todavía más los requisitos.
Sin tener todavía "domado" el 4K en Sony decidieron adelantarse y empezar a mover los televisores 8K, un movimiento que han reconocido como un error importante, porque la marca japonesa ha anunciado que dejará de fabricar televisores con esta resolución.
Con esta situación, un seguidor de Digital Foundry les ha preguntado cuál creen que será el futuro en el mundo de los televisores. Es obvio que los usuarios han rechazado la resolución 8K, y que alcanzar esta resolución y moverla sin problemas de rendimiento es algo demasiado complicado, incluso dos generaciones después de que empezase a moverse (tuvo un brote de popularidad con el anuncio de la GeForce RTX 3090).
Digital Foundry cree que 8K es el punto en el que la mejora de imagen alcanza lo que se conoce como rendimiento decreciente, lo que quiere decir que no representa una mejora lo suficientemente buena como para justificar el aumento de las exigencias de hardware. Esto habría contribuido a ese fracaso de los productos con resolución 8K, que solo tienen valor en pantallas muy grandes.
Digital Foundry cree que las mejoras en la resolución temporal podrían ser el gran avance de las pantallas tras la muerte del 8K. No descartan por completo que al final acabe llegando el momento en el que se utilice la resolución 8K en PC, pero consideran más importantes como las tasas de refresco y el rendimiento.