Los procesadores Intel Arrow Lake-S han sido confirmados. Esta nueva generación será compatible con las placas base LGA-1851, tal y como se esperaba, y funcionarán en todas las placas base con chipset serie 800 de Intel. Esto no supone que Intel no vaya a aprovechar el lanzamiento de esos nuevos procesadores para poner en el mercado nuevas placas base con chipset serie 900, pero todavía no se ha confirmado.
Intel no va a introducir cambios importantes en esa nueva plataforma, y tampoco habrán cambios relevantes en los nuevos Intel Arrow Lake-S, que van a ofrecer mejoras menores frente a la generación actual. Todavía no está confirmado, pero se espera que el tope de gama dentro de esa nueva generación tenga también 8 núcleos P y 16 núcleos E, 24 núcleos en total, los mismos que el Intel Core Ultra 9 285K.
Los procesadores Intel Core Ultra 200 de escritorio no han tenido el éxito esperado, y esto ha llevado a Intel a bajar los precios de muchos modelos. El Core Ultra 7 265KF ha sido uno de los que más ha bajado, y tras esa bajada de precio se ha convertido en una opción mucho más atractiva que en su lanzamiento.
La serie Intel Arrow Lake-S no tendrá mayor IPC que la generación actual, y parece que todas las mejoras de rendimiento CPU que ofrezca vendrán de un aumento de las velocidades de trabajo. Se especula con la posibilidad de que tengan una NPU más potente, y puede que una iGPU superior, pero tampoco hay nada confirmado. Su presentación y lanzamiento podría tener lugar a finales de año.