Samsung ha lanzado el Galaxy S25 Edge, un smartphone que ya se había filtrado anteriormente, y que se ha colocado en la gama alta porque su precio supera los 1.000 euros.
El Galaxy S25 Edge tiene una pantalla de 6,7 pulgadas de tipo AMOLED LTPO con resolución QHD+, tasa de refresco de 120 HZ y Gorilla Glass Armor 2. Utiliza un SoC Snapdragon 8 Elite, tiene 12 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento en su versión base. La versión superior tiene 512 GB de almacenamiento.
La cámara principal es de 200 MP, tiene estabilizador óptico de imagen y apertura f/1.7. La cámara secundaria es una gran angular de 12 MP, y la cámara frontal es de 12 MP.
Samsung ha montado una batería de 3.900 mAh con recarga rápida de 25 vatios. El Galaxy S25 Edge utiliza Android 15 con la capa One UI 7, tiene Wi-Fi 7 y Bluetooth 5.4, y cuenta con certificación IP68 de resistencia al polvo y al agua.
El diseño del Galaxy S25 Edge es una mezcla de varios conceptos. El frontal es como el del Galaxy S25, y conserva el marco plano y las esquinas ligeramente redondeadas, pero en la parte trasera tiene dos cámaras en vertical integradas de una forma parecida a la del iPhone 16.
Samsung ha fabricado el Galaxy S25 Edge con titanio y cristal, y tiene un grosor de solo 5,8 mm. Se podrá comprar a partir del 30 de mayo con un precio de 1.259 euros en la versión de 256 GB, y por 1.379 euros en la versión de 512 GB.
Se rumoreaba que este smartphone no iba a llegar a España, pero al final sí que estará disponible en nuestro país. Los colores confirmados son titanio plata, titanio azul y titanio negro intenso.
