The Elder Scrolls IV: Oblivion ya está disponible. Las primeras pruebas de rendimiento dejan constancia de que es un juego exigente, pero escalable. Cumplir los requisitos mínimos es suficiente para poder jugarlo con ciertas garantías, pero lo ideal es llegar a los requisitos recomendados.
Con una GeForce RTX 5090 es posible jugar a The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered en resolución 8K manteniendo una tasa media de 16 FPS. Con esa tasa de fotogramas por segundo no se puede jugar, y es necesario activar DLSS 4 en modo rendimiento para llegar a unos justos 31 FPS de media, un rendimiento suficiente para jugar, pero lejos de los ansiados 60 FPS.
Con DLSS 4 en modo rendimiento y generación de fotogramas en modo X2 se consiguen 51 FPS, con el modo X3 tenemos 69 FPS y con el modo X4 la media es de 84 FPS.
El autor de esta comparativa dice que al activar la multigeneración de fotogramas con DLSS 4 en modo calidad ha notado tanto la latencia de entrada que para él no es una opción jugar con esa configuración. Con DLSS 4 en modo rendimiento la cosa mejora y la latencia no llega al punto de perjudicar tanto a la experiencia de juego.
Para que la generación de fotogramas pueda ofrecer un buen resultado es necesario que la tasa de fotogramas por segundo base llegue a un mínimo. Con DLSS 4 en modo calidad no se llega a ese mínimo porque no se consiguen al menos 30 FPS estables, por eso es necesario activar DLSS 4 en modo rendimiento, porque solo con esa configuración se llega a los 31 FPS de media. En el vídeo se puede ver cómo funciona el juego configurado en resolución 8K y con calidad máxima.