Uno de los grandes reclamos que siempre se ha utilizado con Android es que es un sistema operativo de código abierto, y que es "libre". Esta es una verdad a medias, porque Android sin el ecosistema de servicios y sin la tienda de aplicaciones de Google es un sistema operativo muy diferente del que todos conocemos. Huawei sabe muy bien lo que es esto, porque se vio forzada a usar Android sin esos servicios, y sin la Google Play Store.
Google ha confirmado que piensa cambiar el desarrollo de Android, y que a partir de la próxima semana este será totalmente privado. Hasta ahora, una parte del desarrollo se producía de forma pública, y otra parte se hacía de manera privada. La rama AOSP seguirá siendo pública, pero la rama interna solo está disponible para aquellas empresas que tienen una licencia Google Mobile Services válida.
Esa licencia es gratis para los fabricantes de dispositivos, siempre que estos acepten una serie de condiciones y términos específicos. Algunas compañías que tienen esta certificación, y que nos sirven como ejemplos, son Samsung, OnePlus y Xiaomi.
Según Google, esa doble vertiente de desarrollo público y privado está creando retos y complicaciones para la empresa y para sus socios, y por eso ha tomado la decisión de centralizar el desarrollo de forma privada. Según han confirmado, uno de los mayores problemas es que el desarrollo en la rama pública suele quedar retrasado con respecto al desarrollo privado, lo que produce tiempos de espera más largos y más retrasos.
Con este cambio Google espera agilizar los desarrollos y simplificarlos. A partir de la próxima semana el código fuente de los componentes que antes estaban en la rama pública no se liberará hasta que Google publique una nueva rama que contenga los cambios de cada desarrollo.
