Microsoft está haciendo amigos con su carrera por intentar que los usuarios de Windows 10 se pasen a Windows 11. El gran obstáculo al que se enfrentan muchos de los usuarios de este sistema operativo es que los requisitos de Windows 11 son muy altos, y aunque su PC funciona perfectamente con Windows 10 no pueden actualizar a Windows 11 porque no cumplen con todos los requisitos.
Para los que tienen este problema Microsoft tiene claro qué deben hacer. La compañía no piensa reducir los requisitos, y está enviando correos a los usuarios de Windows 10 donde les advierte del final del soporte de este sistema operativo, y les dice que si su PC no cumple con los requisitos deben reciclarlo o aprovechar un programa de intercambio para conseguir un equipo nuevo.
Se estima que un 60% de todos los PCs del mundo basados en sistemas operativos de Microsoft utilizan Windows 10, mientras que Windows 11 no llegaría al 40% por los porcentajes residuales de usuarios que todavía tienen versiones anteriores que ya no reciben soporte. Estamos a solo unos meses del final del soporte de Windows 10, este gana por una enorme ventaja en cuota de mercado a Windows 11, y a Microsoft lo mejor que se le ocurre es decir que para pasar a Windows 11 hay que comprar un PC nuevo.
Windows 10 va a seguir funcionando cuando termine su soporte, y Microsoft ofrecerá un año de soporte extendido a particulares con un precio de 30 dólares, una alternativa que solo es un parche para la etapa más fácil del final del soporte.
Microsoft no va a dar alternativa. Si tu PC no cumple los requisitos o actualizas o compras un PC nuevo para instalar Windows 11. También puedes quedarte en Windows 10, instalar Linux o forzar la instalación de Windows 11 en un PC no compatible, bajo tu propio riesgo.