Assassin’s Creed: Shadows tiene unos requisitos altos en PC. Esta es la primera entrega de la franquicia que ya no está disponible para la anterior generación de consolas, y utiliza la última versión del motor gráfico AnvilNext.
Uno de los primeros análisis de rendimiento que se han publicado confirma que es un juego que tiene una gran dependencia de la GPU, y que se puede desactivar el trazado de rayos por completo mientras jugamos. Con la opción "solo en la guarida" el trazado de rayos solo se aplicará en ese escenario. Por esta razón no es estrictamente necesario contar con una tarjeta gráfica que acelere trazado de rayos.
En 1080p la GeForce RTX 2080 Ti consigue 34 FPS sin trazado de rayos, la GeForce RTX 3080 logra 42 FPS y solo tenemos 60 FPS a partir de una Radeon RX 9070 XT. Es un juego demasiado exigente, porque no está activado el trazado de rayos.
Subir a 1440p hace que la GeForce RTX 2080 Ti ya no pueda aguantar 30 FPS, cae a 28 FPS. La GeForce RTX 3080 mantiene 36 FPS, y con la Radeon RX 9070 XT tenemos 57 FPS, así que es necesario una Radeon RX 7900 XTX para conseguir 64 FPS. La GeForce RTX 5080 no sale bien parada, solo logra 51 FPS, y la GeForce RTX 5090 solo gana a la GeForce RTX 4090 por 5 FPS (66 FPS a 71 FPS).
En resolución 4K la Radeon RX 6900 XT consigue 32 FPS, y la GeForce RTX 3080 26 FPS. Las bajadas de FPS al cambiar de resolución son tan pequeñas que parece que hay algún tipo de cuello de botella por la CPU. Es raro que los cambios sean tan pequeños, y que las tasas de FPS en todas las resoluciones sean tan bajas. La GeForce RTX 5090 consigue 57 FPS, y la GeForce RTX 4090 logra 52 FPS.
Gráficamente el juego se ve bien, según el análisis, pero sin la iluminación global por trazado de rayos tiene un aspecto bastante plano en muchas escenas. El autor del análisis dice que el rendimiento es tan malo que funciona peor que Senua's Saga: Hellblade II, y que este se ve mejor que el juego de Ubisoft.