Apple presentó hace unos días el iPhone 16e, una versión más barata del iPhone 16 que mantiene algunas de las características de este, como el SoC A18, pero que tiene muchos sacrificios para reducir el precio de venta. Solo tiene una cámara trasera, viene con una pantalla que recupera la muesca del iPhone 14, y su SoC tiene un núcleo gráfico menos, así que rinde peor en juegos y aplicaciones gráficamente más intensivas.
El iPhone 16e iba a ser el iPhone barato de Apple. Se decía que iba a costar 499 dólares, y que a España podría llegar por un precio de 600 euros, pero al final Apple lo está vendiendo en nuestro país con un precio de 709 euros. La compañía de la manzana ha encontrado una gallina de los huevos de oro con estos modelos baratos que en realidad no son baratos, porque le sirven para deshacerse del stock de componentes de generaciones anteriores y generar ingresos explotando otro segmento de mercado.
Por 709 euros hay multitud de opciones dentro de la gama alta que ofrecen unas características y unas prestaciones más interesantes que el iPhone 16e. El Galaxy S24 se puede comprar desde 600 euros en su versión con 256 GB de capacidad de almacenamiento, y el iPhone SE 2020 llegó con un precio de 539 euros. A partir de este modelo Apple ha ido subiendo el precio de venta poco a poco, pero con el iPhone 16e se le ha ido totalmente la mano.
Al final estos lanzamientos por parte de Apple solo refuerzan la idea de que para tener un iPhone barato de verdad lo mejor es comprar modelos que están una o dos generaciones por detrás. Estos todavía ofrecen un buen rendimiento, tienen buenas cámaras y soporte asegurado para al menos cuatro años.
