Las pruebas de rendimiento de Kingdom Come: Deliverance II confirman que es un juego bien optimizado que puede funcionar sin problemas en una gran variedad de configuraciones de PC.
El equipo de Digital Foundry ha querido ir más allá y ha probado el juego con una configuración que no es habitual en los bancos de pruebas de medios especializados, y ha utilizado un Ryzen 5 3600 con una GeForce RTX 4060. Este combo aunque no es normal en bancos de pruebas, sí que puede estar más extendido entre los usuarios con presupuestos más ajustados, que se ven obligados a extender la vida útil de sus componentes durante mucho tiempo.
Con el juego configurado en calidad media y resolución 1080p el resultado fue perfecto, 60 FPS y una fluidez total, sin problemas de stuttering ni de compilación de shaders. Ni siquiera se produjeron problemas en zonas con una gran confluencia de NPCs, y esto demuestra que su motor gráfico, el CryEngine, es una opción superior al Unreal Engine 5, aunque el motor de Epic Games tiene más éxito entre los desarrolladores.
Parece que la compilación de shaders se hace durante las pantallas de carga, y que en caso de que ocurra también durante el juego se lleva a cabo de una manera asíncrona para no afectar al rendimiento del mismo. La diferencia con otros juegos de tipo mundo abierto como Dragon´s Dogma 2 o Avowed es enorme. Kingdom Come: Deliverance II no solo se ve mejor, sino que además está mejor optimizado.
Es una pena que el CryEngine no esté teniendo más éxito entre los desarrolladores, viendo lo bien que ha funcionado en Kingdom Come: Deliverance II.