Microsoft ha presentado Muse, una IA generativa que es capaz de generar "gameplay", es decir, lo que en español conocemos como jugabilidad, partiendo de elementos visuales (gráficos) y de acciones de los jugadores en el mando de control. Puede entender mundos en 3D, y también asimilar físicas complejas y reaccionar a cómo los jugadores interactúan con el juego.
Este modelo ha sido entrenado con datos de jugabilidad real extraída de personas que jugaron a Bleeding Edge, de Ninja Theory, y obtuvo en datos el equivalente a siete años de jugabilidad humana. Esta estrecha colaboración entre Microsoft y Ninja Theory ha sido fundamental para que haya sido posible desarrollar este modelo de IA generativa, y ha permitido a Microsoft entender mejor qué era lo que necesitaba.
Muse tiene una propuesta revolucionaria, pero se encuentra todavía en una etapa muy temprana, ya que solo puede generar escenas jugables con una resolución de 300 x 180 píxeles, así que su aplicación práctica todavía es muy limitada, pero tiene un futuro prometedor. Microsoft ha comentado que nunca se utilizará para sustituir a desarrolladores, sino para empoderarlos.
Esta IA se podría utilizar en fases tempranas de desarrollo para empezar a plantear y a pulir la jugabilidad de un nuevo título. También se podría utilizar para mejorar juegos clásicos y adaptarlos a los tiempos modernos, porque este modelo tiene la capacidad de aprender cómo se juega un juego sin la necesidad de que esté corriendo en el hardware original. Esto también podría ser de gran ayuda en la preservación de juegos clásicos.
La compañía ha compartido un vídeo donde hacen un resumen completo de todas las características de Muse, y sus posibilidades a futuro.