Crear una IA avanzada es mucho más complicado de lo que parece. Francia lo ha comprobado de la manera más dura posible, haciendo el ridículo con Lucie, una IA que prometía ser una respuesta a ChatGPT. No solo no está a su nivel, sino que ni siquiera tiene el nivel necesario para ser lanzada.
Lucie ha sido obra de The Linagora Group, una empresa que es parte del consorcio OpenLLM de Francia, y que lanzó este modelo como una versión de código abierto, transparente y fiable que estaría al nivel de ChatGPT, pero que al final acabó quedando más en la liga del viejo Bard de Google, o del infame Tay de Microsoft.
Las experiencias de personas que pudieron interactuar con Lucie antes de que fuese retirada son muy variadas. Algunas lograron convencerla para que resolviera sus problemas de matemáticas, pero no siempre los hacía bien. A Lucie también le gustaba proporcionar recetes de cómo fabricar metanfetamina, y decía que los huevos de vaca eran una buena fuente de alimento.
Creo que todos sabemos que las vacas no ponen huevos, pero que una IA diga lo contrario habla muy poco a su favor. Tras el fracaso de esta IA la gente de The Linagora Group no tuvo más remedio que decir que es un modelo en bruto que todavía no ha sido optimizado, que funciona con unos ajustes mínimos y que no tiene "raíles", de ahí que diera la receta de la metanfetamina.
La compañía ha reconocido que no deberían haber lanzado este modelo sin haber dado esas explicaciones, y que se dejaron llevar por su propio entusiasmo. Reconocer sus errores y retirarla ha sido lo mejor que han podido hacer.
