Doom es una de las franquicias de mayor éxito de la historia de los videojuegos. El Doom original de 1993 ha sido considerado como el padre de los juegos modernos de acción en primera persona, y ha servido como base para muchos otros desarrollos. Su motor se ha utilizado en otros juegos, como Hexen y Heretic, y es uno de los más amigables para implementar mods.
El proyecto original sufrió retrasos y problemas con el código, pero al final John Carmack logró solucionarlo tras pasar 28 horas seguidas trabajando en el motor gráfico de Doom, el mítico y legendario idTech 1. Gracias a estos esfuerzos fue posible terminar el desarrollo del juego, y se sentaron las bases de lo que sería una auténtica revolución en el mundo de los videojuegos.
El duro trabajo de Carmack fue lo que hizo posible que Doom se convirtiera en ese juego de culto que es hoy en día, y que hizo que muchos lo considerasen como un "dios de la programación", y como una figura verdaderamente innovadora dentro de este sector.
Según Terry Kim, fundador de Kaizen Business Coach, Carmack estableció algunos principios que transformaron totalmente la industria, y sentó los pilares de los juegos de acción en primera persona. Su motor no era totalmente 3D, esto no ocurrió hasta el lanzamiento de Quake, pero esa peculiaridad fue precisamente la que le dio ese toque único, y la que permitió que el juego funcionase en equipos con procesadores 386 y 486.
Carmack es conocido por ser un auténtico genio de la programación, y por haber hecho posibles algunos de los juegos más influyentes de las últimas décadas. Los motores id Tech también fueron durante años los más importantes del sector, y también se utilizaron para desarrollar otros juegos fuera de las oficinas de id Software. Half-Life utiliza un motor gráfico personalizado a partir del id Tech 2.
