El mercado de los teclados es uno de los más amplios y variados del mundo. Hay muchos modelos con diseños diferentes, prestaciones distintas y precios que pueden ir desde unos pocos euros hasta cientos de euros. Serene ha querido marcar la diferencia con un teclado que no es para todo el mundo, y que se aleja de las bases de los teclados a los que estamos acostumbrados.
Este teclado se llama Icebreaker, y tiene un diseño que a simple vista ya destaca y grita que no es un teclado más. Está inspirado en Nueva York, según el CEO de Serene, y está fabricado por completo en aluminio. Tanto el chasis como las teclas utilizan ese material, mientras que la mayoría de los teclados que se venden están fabricados en plásticos, algunos utilizan partes de aluminio en el chasis.
Para integrar iluminación LED RGB se han realizado 800 microperforaciones que rodean todas las teclas, lo que permite una escritura más cómoda por la noche y en condiciones en las que no tengamos luz ambiental. El teclado tiene un diseño totalmente rectangular y una zona en la parte inferior bastante grande para apoyar las muñecas.
En la parte izquierda tiene un círculo táctil que se puede personalizar para ejecutar diferentes funciones. El teclado cuenta con silenciadores de silicona que reducen el ruido y la vibración, y mejoran la experiencia al escribir. Las teclas se pueden intercambiar y personalizar. El Icebreaker se puede comprar en dos versiones, una con cable y otra inalámbrica. La primera cuesta 1.500 dólares, y la segunda 1.600 dólares.
También existe una versión más premium en color negro que cuesta 500 dólares más, es decir, 2.000 dólares con cable y 2.100 dólares sin cable.