Digital Foundry ha compartido un nuevo vídeo donde prueba el modo "boost" de PS5 Pro en los juegos Final Fantasy XVI, Final Fantasy XIV y Stranger Paradise. Este modo utiliza la mayor potencia gráfica de la consola, y otras mejoras que tiene en su hardware, para hacer que los juegos funcionen mejor sin necesidad de introducir un parche de optimización.
Este modo no tiene el mismo efecto en todos los juegos, porque no todos fueron desarrollados de la misma manera ni tienen las mismas opciones de mejora, así que analizar juego por juego es necesario. Final Fantasy VII Rebirth tiene un parche de optimización para PS5 Pro que introduce el soporte de PSSR, un reescalado que hace que la versión de PS5 Pro se vea mucho mejor en modo rendimiento que la de PS5.
En Final Fantasy XVI las mejoras en PS5 Pro con el modo boost son significativas. En el modo que prioriza la calidad gráfica el juego funciona a mayor resolución, así que la calidad de la imagen mejora. En el modo rendimiento mejora un poco la resolución, pero el rendimiento es superior y mucho más estable. Esto hace que en escenas donde el juego no va a 60 FPS en PS5 sí que sea capaz de mantenerlos estables en PS5 Pro. La nitidez de la imagen también es mayor.
Final Fantasy XIV mejora en un 40% su rendimiento con el modo boost en PS5 Pro con la resolución dinámica desactivada. Puede mantener 60 FPS de forma consistente, y solo cae en escenarios muy intensivos. Con resolución1 1440p puede llegar a 120 FPS, que con VRR mejora la fluidez.
Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins también mejora su rendimiento, que es más estable, y permite una acción más fluida y una mejor experiencia. El modo boost no es la mejor manera de aprovechar la potencia de PS5 Pro, pero en algunos juegos puede llegar a marcar una diferencia importante, y es mejor que nada.