El creador de esta máscara con luces LED se ha convertido en el marine del Doom original, una manera muy inteligente de presentar un proyecto que llega a su versión 2.0, y que aprovecha el potencial de la tecnología LED para poder crear una infinidad de rostros.
Sean Hodgins, el creador de esta máscara, ha combinado impresión 3D con una matriz de luces LED sobre una superficie flexible para construir uno de los gadgets de vestir más originales que existen. Tiene un total de 9.000 luces programables, y se integran en un formato que no se ajusta de forma totalmente plana a la cara del usuario, lo que hace que el resultado final quede bastante artificial, pero sigue siendo espectacular cuando se utiliza correctamente.
Para controlar cada una de esas luces LED se ha utilizado una plantilla de Google Sheets, y se ha creado una matriz programable. Con la ayuda de una Raspberry Pi y un controlador Pixelblaze especializado consiguió todo lo necesario para hacerse con el control de los LEDs.
Mucho trabajo, pero todo salió bien y el prototipo funciona. Todavía no se ha hecho público, y no se sabe si llegará a utilizarse con fines comerciales, pero una máscara de este tipo podría ser un enorme éxito si es posible comercializarla sin que el precio sea demasiado alto.
Con una máscara de este tipo los amantes del cosplay tendrían a una poderosa aliada que les permitiría dar un toque de originalidad a sus disfraces, y adoptar la cara de sus personajes favoritos sin tener que recurrir al maquillaje.