Para producir los procesadores Intel Arrow Lake la compañía tuvo que recurrir a TSMC y a su nodo de 3 nm. Este nodo es el que utiliza el bloque de computación de estos procesadores, donde están los elementos de la CPU.
Originalmente Arrow Lake iba a utilizar el nodo Intel 20A, pero la compañía dijo que había decidido pasar de ese nodo para adentrarse directamente en el nodo Intel 18A, que era más avanzado y mejor. Broadcom dijo que este nodo era una decepción, pero no dio datos concretos sobre los motivos por los que la compañía había hecho esa valoración tan negativa.
Ahora medios surcoreanos han dado una explicación, y dicen que el motivo fue su baja tasa de éxito por oblea. Intel 18A es un nodo muy avanzado para chips de alto rendimiento, pero su tasa de éxito por oblea es tan baja que apenas llega a un 10% de chips funcionales por oblea. Esta cantidad es demasiado baja para que su producción en masa sea viable.
La fuente dice que estos problemas con los nodos de fabricación y el abrupto salto del nodo Intel 20A al nodo Intel 18A sin una auténtica razón influyeron en la salida forzada de Pat Gelsinger de Intel. El estado de los nodos y su baja tasa de éxito pone en peligro futuros productos muy importantes para Intel, como la próxima generación de procesadores para servidores, Clearwater Forest, que llegará en 2025.
Para cumplir con esa fecha de lanzamiento Intel necesitaría un milagro con el nodo Intel 18A, que podría obligarle a realizar un profundo rediseño. Cada vez hay más rumores que dicen que Intel podría deshacerse de sus fábricas de semiconductores, pero hay fuentes que dicen que esto sería un error por parte de la compañía, y que en realidad la debilitaría a largo plazo.
