Los pases de temporada son una forma de ganar dinero con juegos que ya llevan tiempo en el mercado. Estos pases suelen incluir contenido nuevo y nuevas recompensas a las que se puede acceder de forma gratuita, y otras recompensas que solo se pueden obtener si se compra el pase de temporada. Así es como funciona Diablo IV por ejemplo, que es uno de los juegos más conocidos y que más está utilizando los pases de temporada para seguir monetizándose.
Steam no está en contra de los pases de temporada, pero ha empezado a tomar medidas para proteger a los jugadores de posibles abusos por parte de las desarrolladoras y publicadoras de juegos. Para la compañía, los pases de temporada son como una especie de precompras, y por eso considera que deben tener algunas restricciones y consideraciones en común.
En un nuevo documento, Valve ha dicho que los pases de temporada son una especie de promesa de contenido futuro, y que requieren de un compromiso por parte de cada desarrolladora que ésta deberá cumplir. Si una desarrolladora no puede cumplir en fecha o en contenido no debe ofrecer un pase de temporada. Valve sabe que puede haber problemas y que pueden ocurrir cosas que escapan al control de los desarrolladores, y por eso da la posibilidad de cambiar las fechas de lanzamiento, pero al final estos tendrán que cumplir con lo prometido.
Si un desarrollador no cumple, los clientes podrán recibir un reembolso por los pases de temporada y los DLCs. Los retrasos de más de tres meses sobre la fecha prevista también pueden ser suficiente para que se ofrezca un reembolso a los compradores afectados. Es de agradecer que Valve siga mirando de esta forma por los usuarios de Steam.