Fuentes taiwanesas dicen que Intel ha tenido que aumentar la externalización de Arrow Lake a TSMC, un movimiento que realza otra vez los problemas que Intel parece tener en sus fábricas, porque no es capaz de cubrir ni siquiera de una manera parcial sus necesidades de producción de esta generación de procesadores.
La dependencia de Intel de terceros no es nada bueno, porque la compañía mantiene su negocio de fábricas de obleas de silicio, y porque ha invertido mucho dinero para tener nodos avanzados que puedan competir con la empresa a la que ahora ha tenido que externalizar Arrow Lake. Estos procesadores iban a utilizar el nodo Intel 20A, pero al final fue descartado.
Intel tuvo que confiar por completo en el nodo de 3 nm de TSMC para sacar adelante Arrow Lake, lo que no deja en buen lugar al nodo Intel 20A. La compañía ha dicho que decidieron pasar de ese nodo para centrarse en el Intel 18A, y que sus próximos productos estarán basados en este nuevo nodo, ¿pero qué pasará si a Intel al final tampoco le salen las cosas bien y acaba teniendo que volver a confiar en TSMC para sus futuros procesadores?
Con el tiempo Intel ha gastado cada vez más dinero en mejorar sus fábricas y sus nodos, y a pesar de esto ha tenido que depender cada vez más de TSMC. Esto es un síntoma de que algo va muy mal, y la compañía se está quedando sin margen de maniobra. Si no consigue poner orden y hacer que el nodo Intel 18A funcione podría encontrarse en una situación muy difícil en la próxima generación, y perder aún más la confianza de los inversores.