Intel lanzó una nueva actualización de microcódigo que debería resolver de forma definitiva los problemas de los procesadores Raptor Lake-S y Raptor Lake-S Refresh. Esta actualización produce una pérdida de rendimiento, pero es pequeña, y con el peligro que supone no instalarla los usuarios no tienen otra opción, porque si no instalan esta actualización el procesador irá sufriendo pequeños daños por el exceso de voltaje que acabarán generando daños irreversibles.
Según Tom´s Hardware en Intel todavía están considerando algunas opciones para hacer frente a los problemas de estas dos generaciones de procesadores, y una de las que contemplan es el desarrollo de una herramienta de diagnóstico que permita identificar los problemas que afectan a estos procesadores, y también el estado de los mismos.
Con esa herramienta un usuario podría determinar claramente si los problemas de estabilidad de su PC vienen del procesador o no, y también podría recopilar información útil que luego podría ser compartida con Intel a la hora de tramitar un RMA. Esta sigue siendo la única opción que tienen aquellos que cuentan con un procesador Intel Raptor Lake que ya ha sufrido daños, porque estos son irreversibles.
Aunque ya van varias actualizaciones de microcódigo no se descarta la posibilidad de que Intel acabe lanzando alguna más, porque se cree que podría seguir detectando casos y escenarios en los que podrían producirse de nuevo problemas de voltaje elevado. Si se siguen lanzando nuevas actualizaciones de microcódigo que reduzcan el rendimiento los Raptor Lake-S y Raptor Lake-S Refresh podrían quedar por debajo de los Ryzen 7000 debido al efecto acumulativo de cada una de esas pérdidas de rendimiento con cada actualización.
Los usuarios, y la propia Intel, confían en que no haya que lanzar más parches, pero no es algo que se haya asegurado ni que resulte definitivo. Situación complicada la que afronta Intel, que no puede permitirse que nada salga mal con Arrow Lake-S.
