Intel está teniendo que superar algunos desafíos para cumplir con los RMA de todos los usuarios afectados por los problemas de inestabilidad de sus procesadores Core Gen 13 y Core Gen 14, pero está haciendo todo lo que está en su mano para poder cumplir con sus obligaciones. La compañía no quiere más escándalos ni más problemas, y por eso está cumpliendo de la mejor manera posible.
Cuando un minorista se quedó sin unidades del Intel Core i9-14900K ofreció una devolución en efectivo al cliente afectado, y ahora se ha confirmado que otro usuario afectado que tenía un Core i9-13900K ha recibido en su lugar un Core i9-14900K. Ambos procesadores son idénticos, solo se diferencian en la velocidad de reloj, pero tiene razones para estar contento porque tiene mayor valor y ha ganado la "lotería del RMA".
Un RMA obliga, en caso de sustitución, a ofrecer al cliente algo igual o mejor que lo que tiene que sustituir. Sobre los informes anteriores que dicen que Intel estaba rechazando algunos RMA parece que este ya no es el caso. Puede que al principio, cuando empezaron a surgir los problemas de inestabilidad, se produjera algún caso concreto, pero la cosa ha cambiado tanto que Intel ya ni siquiera exige una prueba de inestabilidad del procesador, basta tener una unidad que pueda estar afectada para que este se acepte.
Las medidas que está tomando Intel deberían permitirle superar esta polémica cuanto antes y dejar el camino allanado para el lanzamiento de los Intel Arrow Lake, que estarán disponibles a partir del 24 de octubre, según las filtraciones más recientes. Intel no quiere que nada se interponga en su camino de cara a ese lanzamiento, y sabe que si no cumple al milímetro con los RMA podría enfrentarse a una demanda colectiva, así que quiere evitarlo a toda costa.