Los micropagos en juegos son un negocio muy lucrativo. Hay juegos que se rentabilizan solo con este tipo de transacciones, y que se pueden jugar de manera totalmente gratuita, y también hay otros como Diablo IV que se monetizan de ambas formas, con micropagos y con un precio de venta por copia.
Blizzard, propiedad de Activision, supo desde el principio lo que tenía que hacer para exprimir al máximo la rentabilidad de Diablo IV, y decidió integrar una tienda de objetos cosméticos que no tienen ningún impacto en la jugabilidad, pero que sí que tienen un gran impacto en la estética de los personajes.
Esto ya lo han hecho otras empresas con sus juegos. Guild Wars 2 también cobra por ciertas expansiones, y tiene una tienda que ofrece armaduras y diseños de armas y de monturas por dinero real, aunque la divisa utilizada se puede comprar con dinero del juego. En Diablo IV se puede conseguir una pequeña cantidad de platino, la divisa utilizada en esos micropagos, con los pases de temporada, pero los objetos cosméticos son muy caros y el jugador tiene siempre que pagar una parte con dinero real.
Cuando Blizzard decidió cobrar 28 dólares por una armadura a muchos esto le pareció una locura, pero la jugada le ha salido redonda. Solo con los micropagos Diablo IV ha generado unos 150 millones de dólares. Desde que lanzó el juego hasta hoy, y sumando todas las posibles fuentes de ingresos, Diablo IV ha generado unos mil millones de dólares en ingresos, y todavía tiene mucha vida por delante.
Diablo IV pronto recibirá su primera expansión, y mantendrá el sistema de temporadas para seguir generando ingresos y ofrecer contenido fresco a los jugadores. Blizzard ofrecerá más expansiones y añadirá a más personajes en años venideros, así que este juego va a seguir siendo una máquina de hacer dinero para la compañía. La franquicia tiene cuerda para rato.