El fallo que provocó CrowdStrike en millones de PCs y sistemas basados en Windows afectó, aproximadamente, a 8,5 millones de equipos en todo el mundo, según los últimos datos publicados, aunque la cifra real podría ser mucho mayor.
Se estima que las pérdidas que provocó ese fallo se contabilizan en miles de millones de dólares, y la manera en la que CrowdStrike se ha responsabilizado por esto es bastante cómica, tan cómica como para que las empresas afectadas se planteen cambiar a otro proveedor o buscar alternativas.
La compañía ha mandado cartas y correos de disculpa a las empresas afectadas, donde ha reconocido su error y ha dicho que están trabajando para solucionarlo cuanto antes. Dicen que saben que esto les ha dado problemas y que les ha hecho trabajar más, y para compensarlo les ofrecen un cupón de descuento de 10 dólares en UberEats. Ojo, no diez dólares por empleado, sino para todos. Si una empresa tiene 100 trabajadores con eso no pueden ni comprar un chicle a cada uno.
Según CrowdStrike el problema se originó por un fallo en el sistema de control de calidad de las actualizaciones, y que tomarán medidas para que no se repita. Los trabajadores de las empresas afectadas han tenido que hacer frente a un nivel de estrés y de sufrimiento muy altos mientras intentaban resolver algo que no era culpa suya, y venir a ofrecer un cupón de comida de 10 dólares para compensarlo no es precisamente una buena idea.
La empresa tendría que responsabilizarse de las pérdidas ocasionadas y de los daños causados a los clientes que se han visto afectados, porque es su responsabilidad como prestadora de servicios de seguridad, pero está claro que no tienen intención de hacerlo, y que si este problema se repite en un futuro volverán a lavarse las manos como puedan.
