Intel dijo haber encontrado la razón de los problemas de estabilidad que tienen algunos procesadores Core Gen 13 y Core Gen 14, el alto voltaje, y descartó los problemas de oxidación porque teóricamente estos fueron superados en 2023.
Según una información filtrada esto no es así, y en realidad Intel no ha encontrado realmente al auténtico causante de dicho problema. Igor´s Lab ha filtrado más información procedente de comunicaciones internas que revela que Intel ha apreciado un aumento significativo del voltaje mínimo operativo a través de múltiples núcleos de procesadores de clientes afectados por esos problemas de estabilidad.
El aumento podría deberse a un voltaje elevado, a una alta frecuencia de trabajo y una temperatura elevada, que son cosas comunes en los procesadores afectados, porque los Core Gen 13 y Core Gen 14 que más fallan son precisamente los más potentes, los que trabajan a mayor frecuencia y los que más se calientan.
Aquí es donde entra en juego la solución que plantea Intel, un microcódigo que limitará el voltaje y que tendrá un impacto mínimo en el rendimiento, pero esa actualización podría no ser suficiente para resolver los problemas de estabilidad en aquellos equipos que ya han empezado a mostrarlos, y tendrá que realizar análisis a corto plazo para ir determinando si realmente es una solución efectiva o si se hace necesario llevar a cabo más cambios.
Los procesadores que sigan dando problemas tras esta actualización de microcódigo, que llegará en agosto, serán admitidos a RMA y deberían ser reemplazados por unidades nuevas, aunque está confirmado que estas también han dado problemas, así que tampoco termina de ser una solución. Complicada situación para Intel.
